Yo poseo algunos talentos. Para no pecar de alardoso, primeramente quiero analizar y explicarles el significado de la palabra. De acuerdo con la Real Academia de la Lengua Española, la palabra talento significa "dote natural conque Dios enriquece al hombre." También describe natural como "la habilidad inherente de una persona en ciertas áreas." En otras palabras, yo nací con ciertas habilidades naturales para hacer algo especial. Hoy quiero exponer uno de esos talentos, del cual me siento muy orgulloso.
Mis primeras lecciones de pintura las aprendí de mi padre, cuando yo era un niño. El era muy bueno pintando con lápices de colores y de él heredé ese don. Pero fue Dios quien me otorgó ese talento y es a El a quien le estoy por siempre agradecido.
Mi primera incursión seria en ese arte sucedió cuando yo tenía 18 años y dibujé un cuadro a lápiz de mi abuelo, quien tenía 92 años y estaba llenito de arrugas. Expuse el cuadro en la Feria de la Comunidad y al día siguiente todo el que había asistido a la feria felicitó a mi abuelo por el retrato tan fino y a mí por haberlo hecho con tanto detalle. Cuando aprendí a pintar con pintura de aceite, muchos años más tarde, pinté el mismo retrato, esta vez a todo color.
En el año de 1960, cuando llegué a Miami, empecé a experimentar con telas y pintura de aceite. Uno de mis primeros trabajos allí fue en un salón para perros y un hermoso poodle fue mi primer modelo. Siempre he lamentado haber perdido ese mi primer cuadro al óleo.
En cuanto me mudé para New Jersey, dos años más tarde, visité la exhibición de pinturas de Greenwhich Village, en New York, que atraía a más de 800 artistas de todo el mundo y se celebraba por dos fines de semanas en la primavera y en el otoño. Llevé mis primeros cuadros el año siguiente y, a pesar de que me asignaron una esquina bastante lejos del centro, pude vender cuatro pinturas.
Observé que el 80% de los artistas estaban concentrados en pintar paisajes y naturaleza muerta, así que creé un estilo "diferente", entre impresionista y surrealista. En la próxima exhibición por poco vendo todos mis cuadros. Decidí entonces que eso no me volvería a suceder. Convertí uno de mis cuartos en un estudio permanente y empecé a trabajar casi todas las noches para prepararme para el próximo show. Trabajé duro y por largas horas pero, cuando llegó la hora, ya estaba listo. Produje solamente seis u ocho cuadros diferentes...pero pinté una docena de cada uno. Mis cuadros eran decorativos y muy atractivos y se empezaron a vender como papa caliente. Era una producción en serie y confieso que yo lo veía como la prostitución del arte para beneficio del bolsillo. No era mucho arte, más bien un negocio. Pero en aquel entonces yo necesitaba el dinero. Después de nueve años haciéndolo (finalmente odiando mi técnica) me mudé a Texas y no pinté por más de diez años.
Un día me dio por especular en si no había perdido mi talento y decidí pintar una flor basado en una de mis transparencias. "Ahora me puedo dar el lujo de pintar lo que yo quiera," pensé, "y no importa si lo vendo o no." Al fin y al cabo, ahora ya no necesitaba tanto el dinero.
Yo he creado, en los últimos veinte años, docenas de pinturas basadas en los cientos de transparencias que he tomado, y me siento muy satisfecho de mi obra.
Ustedes pueden ver algunas de mis pinturas en jayalvarezart.com. Ahí podrá ver también los siete libros que he escrito y publiqué el año pasado.
...Pero ese es otro talento. GRACIAS.
Wednesday, March 31, 2010
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