LA IDIOSINCRACIA CUBANA

Los cubanos somos las personas más exageradas del mundo.  Y esta frase es prueba de ello.

Tenemos las más bonitas playas, el cielo más azul, el océano más hondo, la campiña más verde.  Todo el mundo sabe que producimos los mejores boxeadores, peloteros, corredores y saltadores.

Nos encanta alardear sobre nuestros tesoros nacionales.  Con justo orgullo.  No hay otro malecón en el mundo como el de La Habana.  Ni otro nightclub como Tropicana.  Nuestro capitolio es similar pero más alto que el de Washington.  Y el carnaval de Santiago puede fácilmente competir con el de Río de Janeiro.

Y no hablemos de nuestras prodigiosas mujeres.  Son las más bonitas del universo, todas con bien formados bustos, cinturas de avispa y voluptuosas caderas.  Y nuestros hombres son famosos por su valentía y coraje, inteligencia y creatividad.  Además de todos ser parecidos al David de Miguel Angel.

¿Y qué tal la música? Nosotros creamos la danza, contradanza, zapateo, habanera, son, son montuno, danzón, décima criolla, guajira de salón, bolero, rumba, conga, guaracha, guaguancó, charanga, pachanga, mambo, cha cha cha, etc., Ningún otro país se aproxima siquiera a esa prolífica inspiración.  ¿Conoce usted alguna persona que baile mejor que un cubano?  Y la forma en que una mulata mueve sus caderas al compás de un par de bongós es más excitante y causa mayor estímulo que un par de pastillas de Viagra!

La comida cubana es la más deliciosa.  Aunque somos tan modestos sobre el particular que nombramos uno de nuestros más apetecibles platillos "ropa vieja", cuando debíamos haberlo bautizado "manjar de dioses".

Los gelatos italianos son buenos, pero nuestro mantecado es mejor.  Nuestra cerveza es más fuerte y exquisita que la alemana y el ron Bacardí no tiene quien lo iguale (pregúntenle a Hemingway).  Nuestro café es tan espeso que puede sostener una cucharita sin sujetarse.  ¿Y cuántas empresas han tratado de copiar el tabaco de Vuelta Abajo en otros países, sin poder lograrlo?

Y no tenemnos defectos. ¡Sinceramente!  Aunque algún ignorante extranjero nos acuse de que hablamos muy rápido y alto, tengan la seguridad que no estamos discutiendo o peleando o tratando de gritar más fuerte que nuestros amigos; estamos simplemente entablando un conversación.  Movemos las manos constantemente mientras hablamos porque queremos darle más énfasis a nuestras palabras.  Y si continuamos interrumpiendo a las otras personas es porque sabemos de antemano lo que nos va a decir.  Y ellos siempre están equivocados.  Somos expertos en todas las materias, desde baseball hasta ciencia nuclear.  Como decimos en nuestra patria "la sabemos toda".

Si tenemos la piel morena es porque vivimos bajo el más ardiente sol del Caribe.  También somos las personas más dulces del hemisferio porque nacimos en la tierra del azúcar.  Y los más alegres también.  En seguida inventamos un chiste de una tragedia, ahogamos las penas con una sonrisa y nos reímos del destino que nos martiriza. A  personas ajenas a nuestra idiosincrasia les resulta inconcebible que un velorio es, para nosotros, el forum más apropiado para decir cuentos de relajo.  El mundialmente famoso Pepito, el travieso pilluelo -portador de la gracia picaresca- es, por supuesto, natural de Cuba.
Otros podrán tildarnos de arrogantes, egoístas o presumidos.  Nada podría estar más lejos de la verdad.  Yo les aseguro que no somos vanidosos en lo más mínimo.  ¡Aunque Dios sabe que nos sobra razón para serlo!
Nuestras costumbres y tradiciones son las más auténticas y duraderas.  Hasta nuestras supersticiones son las más insólitas.  ¿Ha sabido usted de alguien que no sea cubano que le haya amarrado los huevos al diablo con el objeto de encontrar algo perdido?
Nuestra imaginación e ingenio es la envida del resto del mundo.  ¿Quién más que un cubano podría operar un auto sin bomba de gasolina, inyectándola por medio de un tubo con embudo desde el asiento del pasajero? ¿O contruir una antena de disco para televisión con materiales caseros? ¿O convertir una lata de café vacía en un bidet?
Si usted es cubano, mis felicitaciones.  Seguramente comprende a plenitud lo que estoy exponiendo.  Si contrajo matrimonio con una paisana, probablemente le estará constantemente recordando lo dichoso que es usted.  Si es extranjero, mis condolencias.  Porque solamente puede usted soñar con el honor y el privilegio de haber nacido en "la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto".  Que es lo que dijo Colón cuando desembarcó en nuestra isla.
...Pero esa es otra historia.

Extractos de mi libro HISTORIA DE CUBA.  Para informes sobre este y otros libros, páseme un correo a alvarcorp@msn.com.  GRACIAS.