Las Cataratas de Iguazú son más altas que las del Niágara y el doble de ancho con 275 cascadas diseminadas en forma de herradura por casi dos millas sobre el río Iguazú, un tributario del río Paraná. Durante la época de lluvia (de Noviembre a Marzo) la cantidad de agua que cae por las cataratas puede alcanzar la cifra de 450,000 pies cúbicos por segundo!
Estas estadísticas no describen fielmente la grandeza de las cataratas. Iguazú es una de las mayores extravaganzas de la Madre Naturaleza y es algo que hay que ver personalmente para creerlo. Si usted lo hace, de seguro llegará a la misma conclusión de Eleanor Roosevelt cuando las vio y exclamó asombrada: "Pobre Niágara".
Mi esposa y yo visitamos el lugar en Marzo de 2005, a mitad de camino en nuestro viaje de Río de Janeiro a Buenos Aires. Las cataratas de Iguazú, llamadas Foz do Iguacu en Portugués, están localizadas en la frontera de Brazil-Argentina y son un sitio oficial de la UNESCO.
Nuestro jóven y experto guia Fabio da Silva nos dio la bienvenida a nuestra llegada al aeropuerto de Iguazú. Primeramente nos llevó a la planta hidroeléctrica de Itaupú, la más grande de su clase en el mundo. (No por mucho tiempo, ya que la que se está ahora terminando de fabricar en China va a ser el doble de tamaño.) La planta de Itaupú consiste de 18 turbinas de 21 pies de diámetro cada una. Tiene una capacidad de producción de 12,000 mega wats, suficiente para suplir el 25% de la necesidad eléctrica de Paraguay y el 78% de Brazil. La enorme planta se terminó en 1991 y ahora compite con las cataratas en atracción turística. La inmensidad de este proyecto puede explicarse mejor con comparaciones. Por ejemplo, el hierro y acero usado en Itaupú sería suficiente para fabricar 380 torres Eiffel; el total de concreto podría usarse para fabricar 210 stadios de futbol.
Un autobús nos recogió esa noche para llevarnos a un atractivo restaurante-teatro, donde disfrutamos de una exquisita cena de bistek (por supuesto) y un show de samba muy divertido.
El miércoles, después de un suculento desayuno en nuestro hotel, el Recanto, Fabio nos llevó por un día completo a las cataratas. La mayor de éstas, llamada la Garganta del Diablo, está localizada en Argentina y la visitamos primeramente. Hay que caminar por una pasarela sobre el río de casi una milla de largo para llegar a esta ensordecedora cascada, la cual tiene 210 de altura. Entonces caminamos por otras sendas para ver distintas cascadas, cada una diferente y todas asombrosas. Cientos de mariposas se cruzaban en nuestro camino y también vimos cocodrilos y tortugas.
La mayoría de estas cascadas se observaban por detrás o desde la cima. Se dice que la parte Argentina es el escenario y la Brazileña el auditorio. Cuando visitamos el lado Brazileño pudimos notar la diferencia, porque ahora podíamos admirar todas las cascadas de frente y la vista era más impresionante. Bruni y yo nos detuvimos por largo rato, absorviendo el fantástico esplendor de esta maravilla del mundo.
En el viaje de regreso, paramos en el Jardín de Pájaros, una extensión de selva con varios senderos que nos llevaban a inmensas jaulas llenas de pájaros. Había faisanes, perdices, gruyas, flamencos, águilas, cóndores y muchos otros pájaros multicolor, y docenas de alborotosos pericos y papagayos. Los atractivos tucanes eran bien mansos y podíamos hasta tocarlos.
Tuesday, February 8, 2011
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