ALEMANIA debería llamarse el País Verde. Nosotros viajamos toda la parte Oeste, desde la frontera con Holanda y Bélgica en el norte, hasta el borde con Austria y Suiza en el sur, y donde quiera los árboles y la hierba tienen un color verde radiante. ¡Es imposible ver el bosque por la cantidad de árboles!
Desde cualquier punto alto de la carretera, la vista de las lomas y los valles, con sus ríos y caminos entrecruzándolos y las pequeñas villas regadas por todo el horizonte, es algo maravilloso. Sus habitantes son todos muy bien parecidos, elegantemente vestidos y corteses hasta el extremo, especialmente en la región de Bavaria. Nunca fuimos a la parte oriental de Alemania.
El denominador común en todos estos pueblos es la limpieza. No se ve basura, ni siquiera un cigarrillo en las aceras. ¡Qué diferencia cuando se cruza la frontera y se llega a Ámsterdam! No se nota ninguna pobreza en Alemania. Las haciendas en el campo son grades, muy bien construidas y conservadas. Los siempre-presente edificios llamados “half-timbered” están pintados inmaculadamente y lucen como si fueron construidos hace sólo un par de años, en vez de un par de siglos.
Nunca tuvimos problema con el lenguaje ya que casi todo el mundo habla inglés. Los menús en los restaurantes también están en alemán e inglés. La otra preocupación, la comida, también fue rápidamente descartada. Consiste mayormente en puerco, servido en estilos diferentes y siempre exquisito; pero también hay muy buen pescado, ternera, pollo y ovejo. Y hay cantidad de restaurantes chinos e italianos. Hay un McDonald’s en cada pueblo. Vimos hasta “Pancho´s Authentic Mexican Food” y “Havana Restaurant”. Para todos los gustos.
Existen literalmente cientos de cervezas diferentes en Alemania y es siempre servida bien fría y en copas altas. Cada vez que probaba una me sabía mejor que la anterior. Es una cerveza fuerte, con mucho cuerpo y más deliciosa que el tipo americano.
Las carreteras son súper excelentes y el sistema de señales es perfecto. Si uno se pierde manejando es porque se distrajo observando el paisaje y perdió la salida. Al principio yo creía que AUSFAHRT era la ciudad más grande de Alemania, ya que se veía un anuncio cada ciertos kilómetros, pero era en realidad la palabra para SALIDA.
Hay unos puentes muy interesantes en los Autobahns. Algunos son estrechos, cubiertos con vegetación por dentro…para que los pobrecitos venados puedan cruzar la carretera sin peligro. En otros lugares los voceros del medio ambiente exageraron un poco cuando hicieron instalar una cerca de malla de tres pies de alto a lo largo de la carretera…para que las ranas no la puedan saltar y ser arrolladas.
Alemania fue uno de los países que visitamos en 1966. También viajamos en esa oportunidad por Holanda, Bélgica, Austria, Suiza, Francia, Luxemburgo y la diminuta municipalidad de Liechstenstein. Todos estos otros paises tendrán que esperar su turno para ser insertados en mi blog.
Esta es Alemania, un país precioso, con una arquitectura fascinante, muy adelantado técnicamente y un lugar extraordinario para unas buenas vacaciones.