PANAMA o, mejor dicho, la REPUBLICA DE PANAMA, es el país más al sur de Centro América. Bordea a Costa Rica al Norte, Colombia al Sureste, el Mar Caribe al Norte y el Océano Pacífico al Sur. La capital es Panama City. La moneda oficial es el Balboa, la cual consiste en monedas solamente con el mismo tamaño y valor de la moneda americana. Todos los billetes son dólares americanos.
El español Vasco Núñez de Balboa fue el primero en arribar al lado atlántico del istmo y caminar las 50 millas a la parte sur y poder ver, por primera vez, el Océano Pacífico.
Panamá fue parte del Imperio Español por 300 años (1538-1821). El primer poblado de Panamá fue totalmente destruido por el pirata Francis Drake. El sitio fue entonces movido a otra localidad menos vulnerable a los ataques de piratas. La primera comunidad es ahora conocida como Panamá Vieja, la segunda como Casco Antiguo y el sitio moderno es llamado Panama City.
El Canal de Panamá es, indudablemente, la atracción turística más importante. Esta formidable obra de ingeniería, nombrada recientemente una de las siete maravillas del mundo moderno, es algo que hay que ver personalmente para poder apreciar su fascinante magnitud.
Bruni y yo disfrutamos de una fabulosa semana en Panamá, de Julio 17 al 27 de 2010. Lo primero que llamó nuestra atención en el viaje del aeropuerto fue la gran cantidad de rascacielos y tantos otros (más de cien) ahora en construcción.
Después del desayuno el domingo, nos llevaron a Panamá Viejo. Sólo unas pocas ruinas quedan de lo que una vez fue un bello pueblito. La torre al lado de la catedral, la cual servía de punto de observación, tiene ahora una escalera de espiral para permitir a los turistas subir a la cima, desde donde se puede observar una magnífica vista.
De ahí nos fuimos a la esclusa de Miraflores y el museo del canal. Esta fue nuestra primera visita al impresionante canal y el incidente nos dejó perplejos.
El lunes en la mañana visitamos los pueblos de Portobello y Colón. Portobello es el más antiguo del lado caribeño y es una real lástima que no esté bien cuidado, ya que tiene mucho potencial turístico. Primeramente, la catedral tiene una imagen del Cristo Negro, una estatua con una singular leyenda . El fuerte al lado de la bahía es también impresionante pero en necesidad de mejor mantenimiento.
Colón también nos dejó frustrados, ya que está catalogado como la segunda mayor Zona de Libre Comercio del mundo, con cientos de almacenes y más de 1,740 negocios, los cuales son visitados por más de 250,000 comerciantes al año. Sin embargo, el índice de crimen es el más alto de Panamá. Los barrios lujosos, los hoteles y la misma zona libre están cercados para impedir la entrada de maleantes. Después del almuerzo, un grupo de locales nos deleitó con un desfile de modas y algunos bailes.
Nuestro hotel para esta noche, el Radisson, está localizado en el medio de una selva tropical y fue el más hermoso de todos. Después de la cena disfrutamos de otro grupo de bailarines típicos.
El tercer día, jueves, experimentamos la mejor aventura. Nos embarcamos en un pequeño yate que nos llevó desde el Lago Gatún, en Gamboa, a través de la esclusa de Pedro Miguel y la de Miraflores. En cierto punto, cuando el agua estaba a su más bajo nivel, tuvimos la oportunidad de tocar la pared del canal. Este sensacional viaje duró cuatro horas y fue un acontecimiento inolvidable. Sin lugar a dudas, el punto culminante de nuestras vacaciones.
El miércoles temprano cruzamos el río Chagres para visitar una aldea indígena. Fuimos bienvenidos por un típico grupo musical de los Indios Embera. Los hombres se visten con taparrabos y las mujeres están con los senos al aire, aunque se los cubren con unos collares para entretenernos con sus danzas. Había como 10 niños que no fueron a la escuela ese día para compartir con nosotros…y hacer algún dinero. También estaban ligeramente vestidos, muy limpios y extremadamente atentos, ofreciéndoles flores a todas las damas presentes.
Después de esta inolvidable experiencia, nos dirigimos al complejo de Playa Blanca, para un par de días de descanso y disfrutar de la playa, las piscinas y los esplendidos bufés. Allí descubrimos que un recipiente de plástico en nuestra habitación había extraído casi un litro de agua durante un día. Panamá es, indudablemente, el país más húmedo que hemos visitado.
El jueves visitamos el pintoresco pueblito de El Valle, situado en el centro de un volcán extinguido. Hay un pequeño zoológico. llamado "El Níspero", que se comenzó con los animales que pertenecían al dictador Manuel Noriega.
El viernes nos despedimos de la playa y viajamos por la famosa Carretera Panamericana, la cual comienza aquí y termina en Canadá. Después de cruzar por los alrededores de Panamá City, paramos en la Isla Amador, donde disfrutamos de un apetitoso almuerzo de mariscos en un elegante restaurante con vista a la ciudad de Panamá.
El sábado, nuestro último día, visitamos un santuario de pájaros y otro zoológico situado dentro de un inmenso jardín botánico muy interesante. Una de las atracciones principales es el águila arpía, el pájaro nacional de Panamá.
La cena de despedida estuvo llena de sorpresas. Primeramente, fue en un salón privado del edificio de observación de la esclusa Miraflores. La comida fue exquisita y esplendida y después Gerardo, nuestro experto guía, nos presentó un espectáculo fastuoso: un grupo de cuatro bailarinas vestidas en polleras, el traje típico de Panamá, acompañadas de cuatro jóvenes expertos en zapateo. Un verdadero sello de oro para terminar nuestra aventura en Panamá.
Saturday, September 25, 2010
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